Al igual que en el mundo de la Alta Costura, en el mundo del vino existen bodegas cuyos vinos de autor son reconocidos como obras de arte: están llenos de significado, tienen su propio concepto, filosofía y son un símbolo único de la unión de la Naturaleza y el Hombre.
Estos vinos, especialmente aquellos que han recibido altas puntuaciones por parte de críticos de renombre mundial, sin duda se convierten en el objeto de deseo de muchos amantes del vino. Comienza una especie de búsqueda hedonista de un ejemplar raro para su colección de impresiones, y los profesionales del mercado del vino quieren invertir en un vino que con el paso de los años no hará más que encarecerse.
Normalmente se pueden degustar vinos en restaurantes con estrellas Michelin. Pero con la compra de una botella a menudo surge un problema: las respetadas bodegas no buscan vender su vino, conocen demasiado bien su precio y evitan deliberadamente conexiones y contactos innecesarios, protegiendo su hermoso mundo de una atención excesiva.
PARRA DORADA tuvo la suerte de ocupar su lugar entre las bodegas europeas, de convertirse en su fiel amiga y socia en la cuidadosa apertura de nuevos mercados mundiales para las respetadas Wine Houses.